Dominar técnicas y efectos es satisfactorio para la mayoría de fotógrafos. Algunos de ellos se logran mediante el dominio de la velocidad de obturación. Tales efectos son, por ejemplo, aquel que se genera con las luces de coches en movimiento (efecto estela de coches) pero también el que se genera en las tomas de fuentes de agua, denominado como efecto seda.
La razón del nombre permite entender en qué consiste. Se denomina como efecto seda a aquellas tomas que involucran agua y que, gracias al juego con la velocidad de obturación, dicho elemento adquiere la apariencia de una textura suave como la seda. Se trata de un efecto sencillo, pero sumamente atractivo y deseado por la mayoría de fotógrafos.
Para alcanzarlo deberás seguir una serie de recomendaciones en cuanto a la ubicación de la cámara, su configuración y el uso de herramientas adicionales para mejorar el resultado o acabado final.
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Pasos para conseguir el efecto seda en el agua
Considera la influencia de la luz
Esto puede sonar como algo obvio. En toda fotografía debe considerarse la influencia de la luz, pero esto es especialmente importante para las fotos con efecto seda. En la medida en que haya menos exceso de luz, el efecto seda aparecerá con mayor facilidad.
Cuando estés en el lugar donde habrá de realizarse la toma ubica una zona en la que el sol no genere un efecto de “quemado”. Recuerda que también puedes hacer usos de filtros de luz en caso de que la misma sea difícil de controlar.
Cerciórate de que estos filtros de luz no alteren el color de la imagen. Lo que debe buscarse al implementar estos filtros es reducir el exceso de luz, de modo que el efecto seda aparezca con mucha mayor facilidad de lo que haría si se prescinde de este elemento.
Ubica tu cámara con un trípode
La clave detrás del efecto seda es una exposición prolongada. Esto significa que lo que se desea, al igual que con el efecto de estela de luces de coches, es que la cámara capte el movimiento de un elemento concreto de la fotografía (en este caso del agua) mientras que todo lo demás permanece estable. La mejor manera de obtener esto es mediante el uso de algún soporte como un trípode.
Además, también puedes añadir un obturador a distancia. De esta manera podrás evitar cualquier alteración de la imagen al momento de pulsar el obturador de tu propia cámara. Esto puede mejorarse aún más si el obturador a distancia es inalámbrico.
Configura tu cámara con una velocidad de obturación baja
Recuerda que lo que se desea es captar el movimiento. Una velocidad de obturación elevada solo garantiza una imagen estática del agua como si la misma se hubiese convertido en hielo. Por ello, debes configurar la velocidad de obturación lo más lento posible.
El límite está relacionado con el tipo de fuente hidrográfica a fotografiar. En efecto, no es lo mismo fotografiar el agua de un río imponente que el agua de un plácido manantial. Asimismo, tampoco es lo mismo capturar el oleaje característico del mar.
Una velocidad de obturación baja adecuada al tipo de fuente de agua es la clave para el efecto seda. Cuando se establecen estos parámetros, todo lo que resta es ubicar un buen lugar para colocar el trípode y controlar que nadie cruce por el paisaje mientras la cámara hace su trabajo.
Siguiendo estos sencillos pasos obtendrás un maravilloso efecto seda. Una vez que lo logres la primera vez querrás repetirlo en reiteradas ocasiones así que, ¡Manos a la obra!, y muéstrales a todos tus compañeros fotógrafos las habilidades que has logrado adquirir.